Nuestra Papaya no necesita azúcar
Ni azúcar, ni miel, sólo papaya.
La papaya, o como la denominan los expertos en nutrición el “fruto del árbol de la salud”, es una fruta con la que todos estamos familiarizados, en mayor y menor medida.
Seguramente, muchos de nosotros tenemos grabado en nuestra mente un recuerdo de la papaya asociado históricamente a dos aspectos:
- Su consumo habitual añadiéndole azúcar, miel o cualquier otro edulcorante natural o artificial.
- Su singular y característico olor.
La costumbre de acompañar esta extraordinaria fruta con azúcar, miel, o incluso zumo de naranja, se debe, principalmente, a que muchas de las variedades que actualmente encontramos en el mercado, no alcanzan el grado de dulzor deseado por el consumidor.
Aspectos como la cuidadosa elección del suelo, el mejor sustrato para su cultivo, abonos 100% naturales, una altitud adecuada, las condiciones idóneas de temperatura y humedad, y el exquisito cuidado de la planta por parte del productor, confieren a nuestras papayas unas propiedades sobresalientes, entre las que destaca un dulzor natural superior a la media, que oscila entre 12 y 14 grados Brix (fructosa).
El cultivo de algunas variedades de papaya como la Sweet Mary (Papaya Premium de Canarias), realizado de forma sostenible y respetando el medioambiente, sin aplicación de productos fitosanitarios y aprovechando las condiciones climatológicas privilegiadas de las Islas Canarias, dotan a esta fruta de unas cualidades únicas y excepcionales, como un agradable y suave aroma a flores blancas, con un ligero gusto en boca a coco y toque cítrico.
Con un calibre (peso) aproximado que oscila entre los 750grs. y los 2300 grs, la Papaya Premium de Canarias también se caracteriza por su piel limpia en tonos verde-limón, y una apetecible textura carnosa de intenso sabor tropical, que la convierten en el producto ideal para emplear en multitud de platos de cocina nacional e internacional.